lunes, 5 de enero de 2015

INTRODUCCIÓN
Si bien desde el año 2004 he estado involucrado con tópicos de la medicina natural, es como inaceptable que transcurrido 10 años, no haya escrito algo al respecto. El trabajo cotidiano y el estrés laboral nos absorben mucho que nos ciega a emprender actividades que verdaderamente favorecen a la calidad de vida personal y del medio circundante.

He escrito varios ensayos de carácter técnico y científico relacionados con los recursos hídricos y la temática ambiental que interesan un grupo específico de personas, pero esta vez he resuelto escribir, en base a mi experiencia, sobre una temática que interesa a todos, y que es la base de la calidad de la vida de todo ser humano “LA SALUD”.
¿QUÉ ES LA SALUD?
Existen varias definiciones al respecto; unos dicen que es “el estado en que un ser u organismo vivo no tiene ninguna lesión ni padece ninguna enfermedad y ejerce con normalidad todas sus funciones”; otros sostienen que es “una serie de condiciones físicas en que se encuentra un ser vivo en una circunstancia o un momento determinados”; y para no alargar con definiciones; hay quienes simplemente manifiestan que “la salud es el silencio de los órganos”. Cada uno de los puntos de vista es válido desde la óptica que los autores han tenido para decirlo.
En realidad la salud es un estado, que involucra otros aspectos que desconocemos, debido al sistema de manipulación constante de conciencia en el que vivimos, donde lo que menos interesa es la salud de los seres humanos y de la naturaleza en general.
La mayor parte de la gente piensa que cuando la salud decae, para mejorarla, hay que tomarse alguna pastilla o medicamento, suministrarse una inyección o en caso más extremo, someterse a una intervención quirúrgica, y ese el grande de los ERRORES, pero por desconocimiento y tradición no nos queda otro camino, que aceptarlo y ponerlo en práctica.
La buena salud, que es un estado de bienestar de la naturaleza, se la obtiene no con la ingesta de químicos u otras sustancias similares, sino con la implementación de actos equilibrados a nivel espiritual, físico y químico.

ENFERMEDADES DEGENERATIVAS
Primeramente, en función de lo dicho anteriormente, la enfermedad en términos generales es una MALA SALUD, que se produce debido a actos desequilibrados a nivel espiritual, físico y químico.
Las enfermedades pueden ser de tipo funcional y orgánico. Las de tipo funcional se relacionan con inflamaciones de tejidos sin deterioro orgánico y son muy fáciles de revertir, mientras que las de tipo orgánico, presentan deterioro de tejidos, que también son fáciles de revertir, pero que requieren de mayor tiempo y disciplina.
En los postulados del Dr. Manuel Lezaeta Acharán, naturópata, creador de la DOCTRINA TÉRMICA, se manifiesta que el promedio de vida del hombre es de alrededor de 150 años, siempre que éste practique los hábitos de vida propios de la especie. El hombre, bajo ningún contexto es un ser carnívoro, ya que no posee intestinos cortos ni sistema dentario adecuado para cortar y devorar la carne. Los productos animales incrementan la acidez de la sangre con la consecuente inflamación de los órganos y tejidos dando origen a enfermedades que paulatinamente van disminuyendo la vitalidad espiritual y corporal, llegando a un estado de contraer enfermedades degenerativas como los son, entre otros: hipertensión, diabetes, trigliceridemia, artritis, psoriasis, insuficiencia renal, cálculos en riñones y vesícula biliar, gota, gastritis, hepatitis, cirrosis, cáncer, estrés, úlceras, etcétera, etcétera.
La medicina moderna, cuando no encuentra el químico para disfrazar a la enfermedad, concluye con diagnósticos del tipo de que son “enfermedades de origen desconocido”, situación absurda, puesto que el origen es plenamente conocido: “SANGRE IMPURA”

No hay comentarios.:

Publicar un comentario