LA LEY NATURAL
La salud retorna cuando
la sangre se purifica, y la sangre se purifica cuando el hombre emprende
hábitos en plena vibración con la naturaleza, mientras más natural tienda el
hombre a amoldar su comportamiento, mejor salud tendrá.
Los preceptos que la
Ley Natural impone al hombre, como condición para mantener la normalidad orgánica,
vale decir la salud, quedan comprendidos en 10 mandatos:
1. Respirar siempre aire puro;
2. Comer exclusivamente productos naturales;
3. Ser sobrios constantemente
4. Beber únicamente agua natural;
5. Tener suma limpieza en todo;
6. Dominar las pasiones, procurando la mayor castidad;
7. No estar jamás ociosos;
8. Descansar y dormir sólo lo necesario;
9. Vestir sencillamente y con holgura, y
10. Cultivar todas las virtudes, procurando siempre estar alegres.
SOLUCIÓN A LAS ENFERMEDADES
En la naturaleza, no
existen cosas complejas y difíciles de entender, el hombre mismo se encarga, en
función de ciertos intereses, en complicarlas, crear procesos, formar
dependencias permanentes y generar gastos, que desembocan en la desvitalización
del organismo y consecuentemente en su muerte.
Si las enfermedades
aparecen debido a la existencia de sangre impura, la solución es simple:
PURIFICAR LA SANGRE. ¿Y como se purifica la sangre? Pues cumpliendo con los
mandatos de la Ley Natural, que es una solución simple, barata, fácil de
entender, pero que exige de mucha disciplina para el aprendizaje y fuerza de
voluntad para aplicarla. Al inicio, debido a los malos hábitos adquiridos en el
transcurso de la vida pasada, provoca mucho malestar y ansiedad, pero es algo
transitorio. El sacrificio que implica esto al inicio, en un tiempo futuro
cercano es recompensado, pues paulatinamente desaparecen los males, y vuelve la
alegría por vivir y servir al prójimo.
En este proceso siempre
es importante contar con un guía, sensei, maestro, o como se lo quiera llamar,
pues él será quien le muestre el camino que se debe seguir; y lo que es más
importante le dé la fortaleza para no desmayar y constituirse en un ente
transmisor y multiplicador de buenos hábitos.
Se deber realizar
prácticas purificadoras de la parte física del cuerpo a través de limpiezas del
colon y ayunos. Cuando se va a sembrar, para tener buenas cosechas, la
preparación y limpieza del terreno es fundamental.
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